Leucemia Felina e Inmunodeficiencia Felina
Por Dra. Lina Sanz / Centro Veterinario Opción Felina
Las enfermedades retrovirales en los gatos están producidas por el virus de la leucemia felina (FeLV o ViLef) y el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV o VIF). Estos virus se caracterizan por generar enfermedades por mecanismos de:
- Inmunosupresión: significa que las defensas de tu gato se debilitan, y lo dejan expuesto a otras enfermedades o a gérmenes que no lo atacarían si estuviera sano o lo harían menos gravemente, por lo que cualquier terapia que se realice en tu gato va a ser más difícil y tendrá un peor pronóstico. Las enfermedades que pueden atacarlo son diarreas (por Criptosproidium o Giardia), pneumonías (causadas por bacterias, por hongos, por virus), tiña, sarna y otras enfermedades a la piel, además de otras enfermedades varias.
- Inmunodesregulación: significa que las defensas de tu gato se regulan mal, y pueden empezar a atacarlo a él mismo (enfermedades autoinmunes), dañando las articulaciones (poliartritis), los riñones (glomerulonefritis), los músculos (polimiositis), la boca (estomatitis oral), la sangre (anemia hemolítica), entre otras.
- Neoplasia maligna: significa “tumores malos”. Existen distintos tipos de cáncer, con complicaciones específicas. El virus de leucemia felina predispone principalmente a linfomas y leucemias, y el virus de inmunodeficiencia a sarcomas y carcinomas; si bien ambas virosis predisponen a cualquiera de los tipos de cáncer.
¿Cómo se transmiten?
Estos virus son del grupo de los denominados “envueltos”, lo que en la práctica significa que son fácilmente inactivados con el sol, el jabón y desinfectantes comunes. El virus de leucemia felina se transmite por contacto estrecho y mantenido entre gatos que comparten pocillos de agua y de comida y que comparten sus espacios y su vida en forma amistosa, como por ejemplo, con el acicalamiento frecuente. En cambio, el virus de inmunodeficiencia se transmite incluso en un solo contacto, mediante mordeduras profundas y sangrantes, que son más frecuentes en peleas entre machos no esterilizados.
El gato infectado con el virus de inmunodeficiencia normalmente queda de por vida con el virus y, dependiendo de la capacidad que tenga el virus para producir enfermedad, puede presentarla o no; si la presenta, suele ser luego de 4 a 6 años de incubación.
El gato infectado con el virus de leucemia felina puede eliminar la infección y hacerse resistente, así como también mantener el virus por un tiempo en forma latente para luego eliminarlo con pocas posibilidades de reactivarlo, o bien mantenerlo circulando en su sistema afectando todos los órganos y sirviendo como diseminador para otros gatos susceptibles. Los gatos menores de 5 meses o los que están con mal estado nutricional y sanitario son los más susceptibles a la infección progresiva, que genera que el 70 a 90% de los gatos infectados muera entre 18 meses y tres años. La mayoría de los gatos afectados de leucemia viral en el mundo se contagian después del nacimiento mediante el acicalamiento de su madre o de otros gatos de su comunidad.
¿Cómo se detectan?
Es muy importante saber que Chile se encuentra dentro de los países con mayor número de casos a nivel mundial de estas enfermedades virales, por lo cual todos nuestros gatos deben seguir las recomendaciones internacionales:
- Tomarse el test de retrovirus.
- Si el resultado del test es negativo a leucemia, deben recibir dos vacunas de leucemia viral separadas por 21 a 30 días el primer año de vida, con un tercer refuerzo al año siguiente.
- Mantener vacunación posterior a los dos años de vida si son gatos con acceso al exterior o si son gatos negativos que conviven con gatos positivos a leucemia.
El test de retrovirus se repite luego frente a signos de enfermedad o bien cada año en gatos con acceso al exterior; y también frente a un evento de exposición probable (como una pelea con otros gatos por ejemplo). Dentro de las recomendaciones de prevención, también se incluye el evitar el acceso al exterior, la esterilización temprana y disminuir los factores de estrés. Los test retrovirales pueden practicarse desde las primeras semanas de vida pero hay que tener en cuenta que para el virus de inmunodeficiencia (que se detecta por la presencia de anticuerpos en la sangre) en un gatito de hasta 4 meses puede salir positivo, cuando en realidad no tiene el virus, sino solo los anticuerpos de su madre. Un test de virus de leucemia felina (test de antígeno) ya puede realizarse desde el día de nacido y su resultado no se ve interferido por vacunas o leche materna. Solo algunos gatos requerirán testeos más específicos para la confirmación de casos más complejos, decisión que toma el médico especialista en felinos.
¿Qué hago con mi gato que ya está contagiado? Si tu gato es diagnosticado con uno o ambos retrovirus, existen planes de cuidados y exámenes de laboratorio que se realizan cada 3 a 4 meses que permiten incrementar la esperanza y calidad de vida, en algunos pacientes por mucho tiempo. Esto se logra con la utilización complementaria de medicamentos antivirales específicos y la terapia de medicamentos que trata los síntomas para las condiciones de salud de cada gato en particular.
Es importante mantener a los gatos positivos dentro del hogar. Un gato positivo a virus de inmunodeficiencia puede convivir con gatos sanos, siempre que su relación sea amistosa o tranquila, y un gato positivo a leucemia puede convivir con otros gatos que están ya vacunados contra la leucemia.